Me gustaría que te miraras al espejo y me dijeras que es lo que más te gusta de ti. Todos tenemos algo precioso que mostrar, pero quiero que seas tu quien me lo diga.
Cuando nos miramos en un espejo vemos lo que nos gusta y también lo que no, eso es solo el reflejo de lo que somos, nuestra alma gemela reflejada. Esa imagen tiene que ver más con la mente que con la realidad y a pesar de pertenecer a una sociedad donde la obsesión por la imagen es la prioridad, es cuando más despiadados somos con nosotros mismos … nos exigimos demasiado, vivimos pendientes de la perfección y no nos miramos con los mejores ojos … los nuestros.
Creo que la mayoría de las mujeres no quiere reconocer lo bonito que hay en ellas, quizá sea inseguridad, o miedo a lo que piensen los demás.
El maquillaje tiene que ser una simple herramienta más que potencie todo eso que somos, todas las situaciones buenas y malas que hemos vivido. Nunca debe ocultar lo que somos, lo que sentimos y si ayudarnos a descubrir a potenciar lo bonito que tenemos.
No voy a decir que maquillarse vaya a cambiar el mundo, ni tampoco nuestra vida, pero aprender como sentirse un poco mejor nos acerca a nosotras mismas y es un modo de descubrir lo maravillosas que somos. Como nos sintamos con nuestra apariencia puede afectar en nuestra felicidad en cierta medida. Disfrutemos de ello, aprender a sacarnos partido solo es un recurso que jamas se tiene que convertir en esclavitud.
Queriéndonos más haremos que los demás nos quieran mejor.